Budín de calabaza, una receta original y económica

Las calabazas y zapallos tienen la particularidad de adaptarse a preparaciones tanto dulces como saladas y sorprender a los paladares más exigentes.

Para plantar calabazas o zapallos, se pueden comprar semillas de la variedad que más nos guste, pero también se pueden usar las de una calabaza que haya resultado sabrosa.

Las semillas deben lavarse y secarse antes de sembrar en primavera y luego de seis meses, sus frutos están listos para consumir al final del verano y comienzo del otoño.

El drenaje es fundamental en el cultivo de calabazas y zapallos para evitar el estancamiento de agua que podría pudrir las raíces y arruinar el desarrollo de las plantas.

Los zapallos y calabazas tienen vitaminas A, B, C y E, contribuyen a cuidar nuestra visión, cabello y huesos

“En la cocina, la calabaza tiene la particularidad de funcionar bien en distintos roles, tanto en preparaciones dulces como saladas”, dice Natalia Kiako, autora de esta receta de budín de calabazas.

Las semillas de una calabaza sabrosa se pueden aprovechar para producir nuevas plantas. (Freepik)

INGREDIENTES:

-1 ¼ taza de calabaza hecha puré

-⅓ taza de aceite o manteca

-2 huevos

-¾ taza de azúcar

-1 cucharadita de polvo de hornear

-½ cucharadita de bicarbonato

-½ cucharadita de canela

-1 cucharadita de polvo 5 especias de repostería

-1 ½ taza de harina integral

PREPARACIÓN:

-Batir la calabaza, el aceite, los huevos y el azúcar hasta lograr una crema homogénea.

-Agregar el resto de los ingredientes, excepto la harina. Integrar bien.

-Agregar la harina lentamente, sin batir, sólo integrarla con espátula. En este punto se pueden agregar de manera opcional nueces o pasas de uva.

-Para lograr una corteza crocante, agregar justo antes de hornear una cucharada de azúcar mezclada con canela y espolvorearla sobre la superficie de la masa cruda.

-Colocar en un molde engrasado y hornear a 150 grados por 50 minutos a una hora.

Budín de calabaza, una nueva forma de aprovecharla en temporada. (Ines Clusellas)

Fuente: LA NACIÓN