Cuáles son los peligros de tener poco líquido en el cuerpo

Mantenerse hidratado es esencial en cualquier estación del año, ya que previene la sensación de fatiga y reduce el riesgo de enfermedades graves, entre otros puntos. Cómo reconocer las señales de la deshidratación.

Por Alberto Cormillot.

Dos o tres. Seguramente, cuando se trata de hidratarse, usted oyó que tiene que tomar tres litros de agua por día. Y no importa la estación, ya sea en verano (cuando el propio calor impulsa la necesidad de beber líquido) como en invierno, es importante estar hidratado.

Es que se ha encontrado que no solamente tener poco líquido en el cuerpo facilita que uno se pueda sentir flojo y decaído. Sino que a largo plazo se midió que la gente que no se hidrata bien tiene mucho sodio en la sangre.

Ante esta situación, estas personas se van a enfrentar con un riesgo más alto de presentar accidentes cerebrovasculares, hipertensión, insuficiencia cardíaca, y hasta más chances de desarrollar problemas renales.

Entonces la recomendación es que por lo menos supere los dos litros en el día. Si tiene más de 50, 60 años ya hablamos que uno pierde la sensación de sed. Entonces es de importancia que usted se obligue a tomar esa cantidad de líquido.

El agua, esencial para lubricar articulaciones, mejorar la respiración y mantener la piel humectada. (Foto: Christin Klose/dpa)

Ahora, pese a que ya quedan poco días fríos, le recuerdo que debe hidratarse lo mismo que en verano. Ya que puede estar un ambiente calefaccionado o muy abrigado y transpirar mucho también. Les recuerdo las señales de sed: la boca seca, la piel se puede poner seca, mareos y desgano, uno está desinteresado en lo que está haciendo.

Algunas recomendaciones para tener en cuenta: cuando se levanta a la mañana y va a lavarse los dientes, tómese un vaso grande de agua, y antes de acostarse, tómese otro vaso grande de agua. Y ahí ya tiene con eso cubierto medio litro antes de salir de su casa. Si se mueve durante el día, tome otro vaso de agua.

Piense que en el caso del adulto mayor, la sed no es un indicador, ya que llega tarde. La persona puede llegar a tener, además, medicamentos que le hagan perder el líquido; ya que si bien nuestro cuerpo es en apariencia sólido, cuenta con entre un 50 y un 70% de líquido.

Al hacer muchas actividades y más a medida que pasan los años se va deshidratando hasta llegar a ese 50%. Y pese a que está comprobado que el cuerpo puede tolerar muchas horas (y hasta días) sin comer, porque tiene depósitos (que es grasa que se convierte en depósito de calorías), no tiene las mismas reservas de agua, lo que hace que la hidratación se vuelva una cuestión de vida o muerte.

El agua está presente en la sangre, en las articulaciones, en el aparato digestivo, en la piel, en los músculos, y sirve por supuesto para la circulación (de otro modo, la sangre sería tan espesa que no podría circular), es de gran importancia para lubricar las articulaciones y para hacer la digestión. Casi no hay proceso en el cuerpo humano que no utilice el agua como vehículo.

Pero eso no es todo, ya que el agua transporta nutrientes para las distintas funciones del cuerpo, regula la temperatura corporal, mantiene humectada la piel, ayuda a mejorar la respiración, permite el buen funcionamiento intestinal, amortigua las articulaciones y desempeña un papel en la mayoría de las reacciones químicas que ocurren dentro de nosotros.

En cuánto a la pregunta sobre: ¿qué puedo beber? Le puedo enumerar una serie de líquidos y seguro encontrará uno, o varios, que serán de su preferencia: agua, jugos light o cualquier bebida light, la leche puede ser tranquilamente, se puede tomar depende de las tolerancias y de cómo se lleve uno con la leche. Tiene que tomar cualquier tipo de líquido, con tal que no tengan azúcar ni alcohol.

Piense que todos nos equivocamos. El error es inherente al ser humano. El asunto es no pasar la cuota diaria.

*El doctor Alberto Cormillot es un reconocido médico argentino especialista en obesidad, educador para la salud, escritor y conferencista. Fundó y dirige la Clínica de Nutrición y Salud que lleva su nombre, Dieta Club, la Fundación ALCO (Anónimos Luchadores Contra la Obesidad) y el Instituto Argentino de Nutrición, desde donde asesora a industrias para la elaboración de productos dietéticos y saludables.

Fuente: INFOBAE