La demanda de datos en los hogares acelera la creación de dispositivos para un rendimiento extremadamente alto.
Por Raúl Limón.
Las empresas tecnológicas no siempre bailan al mismo compás. Es el caso de la comunicación inalámbrica, donde las compañías proveedoras de redes de telecomunicaciones no son capaces de coger el ritmo de las desarrolladoras de sistemas para aprovechar al máximo el flujo de datos. De esta forma, cuando se empieza a generalizar el 5G para comunicación móvil, las plataformas de procesadores ya trabajan con el 6G, la nueva generación. Lo mismo ocurre con el wi-fi. Mientras aún no se ha aprobado el estándar (modelo) para la séptima generación, varias compañías han presentado ya sus dispositivos para esta tecnología, que promete más velocidad, alcance, capacidad y rapidez de respuesta.
Wifi Alliance, la entidad que certifica los estándares de la tecnología más común para la comunicación sin cables y el principal medio mundial del tráfico en internet, aún considera que el Wi-Fi 7 (802.11 be) está “en desarrollo”. Sin embargo, empresas como MediaTek, Intel y Broadcom ya han presentado productos habilitados para la nueva generación. La última compañía en sumarse ha sido Qualcomm, que ha presentado este diciembre las nuevas plataformas para el Wi-Fi 7 orientadas a los hogares (Immersive Home Platform).
“Podemos proporcionar más de 20 gigabits por segundo”, afirma Nick Kucharewski, vicepresidente de Qualcomm, quien asegura que los nuevos sistemas están diseñados específicamente para uso doméstico y suponen, además, una reducción del gasto energético de hasta un 22%.
Sin embargo, esa velocidad y capacidad de hasta 20 gigabits por segundo (Gbps) está lejos de lo que pueden aportar por ahora las compañías de redes de telecomunicaciones, que llegan a ofrecer a los hogares un Gbps y, en algunos casos, hasta 10. Kucharewski cree que, mientras llega ese potencial, los nuevos enrutadores y procesadores aportan “un rendimiento acelerado”, incluso cuando no se tienen redes o dispositivos preparados para el próximo estándar.
El Wi-Fi 7 beneficia al usuario doméstico en múltiples aspectos: la experiencia de juego es óptima al aportar la máxima resolución y mínima latencia (el retardo se reduce en un 75%), el consumo de contenidos audiovisuales en línea llega a la mayor calidad (4K y 8K) sin cortes y las videoconferencias, transmisiones de datos y la conexión de múltiples dispositivos de forma simultánea se ejecutan de forma más eficiente. También será básico para las aplicaciones de realidad virtual.
El consumo doméstico es de hecho uno de los motores de esta aceleración de las comunicaciones inalámbricas. “El número de personas que tienen fibra en el hogar ha aumentado, también ha crecido el número de aplicaciones que se ejecutan en casa y cada vez tenemos más dispositivos conectados”, resume Kucharewski.
HASTA 22 DISPOSITIVOS ENGANCHADOS AL WI-FI
En este sentido, el directivo de la empresa tecnológica detalla que los videos y aplicaciones que precisan de un gran ancho de banda suponen el 71% del tráfico doméstico y que el juego en línea crece anualmente. También el teletrabajo y las comunicaciones por vídeo han aumentado hasta un 250%. A este nuevo modelo de ocio y laboral se han unido nuevos dispositivos conectados como cámaras de seguridad (23% de los hogares), timbres inteligentes (26% en Estados Unidos), altavoces interactivos (40%) y otros aparatos hasta llegar a 22 dispositivos enganchados a la red en los hogares más avanzados.
Esa nueva realidad precisa de una red doméstica de alta capacidad, velocidades que permitan ejecutar las aplicaciones en tiempo real y un sistema que facilite la operación simultánea de muchos dispositivos.
El Wi-Fi 7 aporta estas mejoras y supone un salto significativo con respecto a su anterior generación. “Traerá beneficios en términos de velocidad de conexión, estabilidad, latencia, eficiencia energética, capacidad de transmisión de datos y cobertura de señal inalámbrica”, resume Álvaro Rubio Segovia, ingeniero de Software Development en Zalcu Technologies.
El ingeniero español explica que los principales recursos del 802.11be, también conocido como Extremely High Throughput (EHT, siglas en inglés para Rendimiento Extremadamente Alto), son un ancho de banda de 320 MHz, lo que facilita duplicar la tasa de datos, y técnicas como el Multi-RU y el Multi-Link Operation (MLO). Esta última tecnología, según precisa, “permite que los dispositivos inalámbricos utilicen varios canales de comunicación al mismo tiempo [2,4 GHz, 5 GHz y 6 GHz], lo que mejora la eficiencia en la transmisión de datos y el rendimiento y calidad de la conexión de red. Además, este nuevo estándar utiliza un nivel de modulación más alto (4096-QAM), lo que permite una mayor velocidad y capacidad de transmisión de información”.
“El Wi-Fi 7″, añade Álvaro Rubio, “ofrece una conexión de red inalámbrica más rápida, confiable y eficiente que la generación anterior. Esto se traduce en picos de transferencias de datos de 40 Gbps, cuatro veces más que su antecesor, gracias a la incorporación de nuevas tecnologías y un uso más eficiente de los recursos”.
Intel aporta una analogía para explicar los beneficios del nuevo estándar: es como un camión de mudanzas de grandes dimensiones que permite optimizar el espacio de carga frente a uno con la mitad de capacidad. Estas tecnologías, en el símil del transporte, tienen, además del potencial uso simultáneo de varias carreteras, la capacidad de elegir las vías que no presenten un tráfico congestionado, en vez de tener que esperar a que una carretera esté despejada, o redistribuir la carga en camiones de menor tamaño que puedan circular mejor por las calzadas disponibles.
Las ventajas para un ordenador portátil convencional, por ejemplo, es que ganaría 2,4 veces más velocidad que con una anterior generación de comunicación inalámbrica. La descarga de 15 GB, el equivalente al almacenamiento máximo gratuito de Google Fotos, precisaría tan solo de unos 25 segundos.
ASÍ ES EL WI-FI 7
Estas son las nuevas tecnologías del Wi-Fi 7 y sus efectos, en un resumen del análisis del ingeniero de Zalcu Technologies:
-Multi-Link Operation (MLO). Permite que los dispositivos inalámbricos utilicen varios canales de comunicación al mismo tiempo, mejorando la eficiencia en la transmisión de datos y el rendimiento y calidad de la conexión de red. Se gana en velocidad de conexión, fundamental para video en línea o descargas de archivos grandes, capacidad (clave cuando hay múltiples usuarios conectados), estabilidad (sin cortes), latencia y eficiencia energética.
-320 MHz de ancho de banda. La banda de 6 GHz admite hasta seis canales superpuestos de 320 MHz y tres canales no superpuestos. Esto permite una mejora en la calidad del servicio y una mayor velocidad de transmisión en las redes wi-fi, un aspecto imprescindible para aplicaciones de realidad virtual o video de alta definición. Se gana en velocidad y calidad de la conexión, se registran menos interferencias y se reduce el consumo energético, lo que supone, además de un menor coste en la factura, una mayor vida útil de las baterías.
-Modulaciones 4096-QAM (Quadrature Amplitude Modulation). Mejora en la eficiencia espectral al permitir un mejor aprovechamiento del ancho de banda disponible y se gana en velocidad de transmisión. Ambos aspectos benefician al usuario de aplicaciones que requieren baja latencia. La principal desventaja es que requiere una mayor cantidad de energía para transmitir la señal y puede ser más propenso a errores.
-Multiple-input Multiple-output (MIMO). Esta tecnología de Múltiple entrada múltiple salida proporciona 16 flujos de datos por varios puntos de acceso al mismo tiempo para mejorar la velocidad y el rendimiento de la conexión, la eficiencia de la red y el rendimiento en entornos de alta densidad de dispositivos o con interferencias.
-Multi-RU o Multiple Resource Units. Aporta velocidad al utilizar varias unidades de recursos simultáneamente, mayor eficiencia en el uso del espectro y flexibilidad en la programación de recursos.
Fuente: EL PAÍS