Son canciones que el recordado artista grabó en 2001. Estuvo guardado más de dos décadas y ya se puede escuchar “Para mal, para bien”, el primer adelanto. Javier Cantero habló con La Viola y contó todos los detalles.
Por Carlos Iogna Prat.
Los Enanitos Verdes formaron parte de una época dorada del rock argentino. Un recambio generacional a principio de los ‘80, con la llegada de sonidos modernos, que se extendieron a lo largo del país y que llegaron con fuerza a distintos puntos de Latinoamérica. Junto con Soda Stereo, Zas, Virus, GIT, entre otros, el grupo formado en Mendoza marcaron a jóvenes que querían escuchar algo novedoso.
“La muralla verde”, “Simulacro de tensión”, “Te vi en un tren”, “Por el resto”, “Amigos”, “Igual que ayer” y “Lamento boliviano”, entre otras, son clásicos que siguen sonando. Javier Cantero, hijo de Marciano, cantante y bajista de los Enanitos Verdes compartió una importante noticia: la salida de canciones inéditas que su padre grabó para lanzar como solista. El famoso músico murió el 8 de septiembre de 2022, a los 62 años.
Como solista, el cantante de los Enanitos había publicado dos discos: Luna nueva (1990) y Beat Club (1991). En 2001, en plena crisis en el país y también en lo personal, Marciano compuso canciones con la intención de publicarlas y que reflejaban el momento que estaba viviendo. Javier, que tenía nueve años, vivía con su padre en aquella época y fue testigo de ese periodo. Decidió publicar este material, tal cual lo dejó su padre.
“En el 2001 yo vivía con él en un pequeño departamento de la calle Paraguay de Capital. Grabó este disco que yo lo tuve toda la vida. En un momento él se olvidó del material, siguió con Enanitos y nunca lo sacó. Toda la vida lo escuché, ya tiene 24 años este trabajo, mis amigos lo escuchaban y me preguntaban por qué no salió, ya que tiene temazos. Es una ventana de tiempo a esa época que viví con mi papá cuando era chico”, describió Javier, de 32 años, a La Viola.
“Recuerdo la computadora que tenía mi papá, una PC, y una máquina donde grababa las canciones. Estuve cerca de nueve meses componiendo este disco. Coti Sorokin lo ayudó en algunas de las canciones. Recuerdo que venía al departamento para trabajar o nos íbamos a su casa”, sumó sobre estas 12 canciones inéditas que pronto verá la luz.
“Para mal, para bien”, que viene con un video que recrea aquellos días de trabajo, con su hijo en aquel pequeño departamento, fue el primer adelanto de Marciano 2001. Dentro del estilo sonoro que podemos encontrar en el disco aparecen cosas que sonaban en aquella época. “Es post rock. Radiohead, Beatles, Oasis, con baterías electrónicas y guitarras rockeras. Radiohead es una buena definición. Una época en la que mi papá comenzó a experimentar con las computadoras y las máquinas. Le gustaba armar los loops. Algunos de los temas arrancaron en las cintas y terminaron en la computadora. Es el pasaje del milenio y se ve la influencia de la ciudad, estaba saturado del ajetreo y lo volcó en estas canciones que tienen en su espíritu”.
El hijo de Marciano Cantero destaca que este es un disco que puede parecer paranoico, por los días que se vivieron en aquel año, pero tiene otro costado. “Él no estaba satisfecho con lo laboral. A su vez se estaba separando de mi mamá, pero terminó siendo un disco alegre. Toda esa experiencia la pudo volcar con sarcasmo y felicidad”.
Javier contó que tiene varias copias que su papá fue grabando para mostrarlo en reuniones familiares. “Cada tanto aparecía una y le mandaba una foto a mi papá. Me decía que la conservara”.
– ¿Cómo es tu relación con el trabajo de los Enanitos Verdes?
– Es ver a mi papá en la oficina. Lo tengo muy disociado de Marciano Cantero. Los Enanitos y los Beatles son el soundrack de mi vida. Lo tengo muy incorporado. Tengo fotos de cuando era chico bailando en los shows de mi papá. Están muy incorporadas esas canciones.
– ¿Qué otros artistas escuchás?
– Me gusta mucho Serú Girán y Charly García. Discos como Bicicletas, Peperina, Clics Modernos o Piano Bar son impresionantes. No puedo creer que exista ese tipo de material. Mi papá lo tenía a Charly muy arriba, igual que a Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati. Tenía una foto que se sacó con Spinetta cuando tenía 15 años.
– ¿Cómo era tu relación musical con tu papá?
– Era una base de dato. Sabía qué instrumento habían usado en cada disco. Hace poco estuve revisando las playlists que me mandaba. Escuchaba de todo. Hay canciones de Randy Newman o temas de jazz. Una vez, estando en México, mostré una de estas canciones y me respondieron que tenía el sonido del rock argentino. Es una bandera que llevamos y estoy muy orgulloso de todo lo que logró mi viejo.
Fuente: TN