Consumirlas a través de suplementos y alimentos puede ayudar a evitar la fatiga y a recuperar la energía para ser más productivo.
Por Victoria Vera Ziccardi.
Las vitaminas son esenciales para el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo adecuado de un individuo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de dos mil millones de personas en el mundo tienen deficiencia de vitaminas y minerales claves.
¿Por qué su ingesta es fundamental? “No podemos vivir sin ellas, esto lo sabemos porque en investigaciones pioneras realizadas en roedores demostraron que, incluso alimentando a los animales únicamente con glucosa y proteína libres, igual se morían o tenían problemas de salud. Fue así como se descubrió que existen seis componentes esenciales para nuestra supervivencia: las vitaminas A, D, el complejo B, C, E y K que nos mantienen ‘a flote’”, explica a LA NACION la licenciada en Nutrición, Valentina Martínez (M.N. 9394).
Los especialistas señalan que la cantidad precisa de vitaminas que se deben consumir dependen de la edad, sexo, estado de salud y actividad física de cada persona. “Existen recomendaciones generales que se llaman Ingestas Dietéticas de Referencia (IDR) que nos dan una orientación de cuánto necesitamos cada día. Sin embargo, estas cantidades pueden variar por lo que lo mejor es consultar con un profesional”, señala Matías Marchetti (M.N. 7210), licenciado en Nutrición y autor de libros sobre vida sana.
En este sentido, las vitaminas del complejo B se destacan por sobre otras por: fortalecer el sistema inmunológico, previniendo una serie de trastornos que pueden afectar la calidad de vida y por convertir los alimentos en energía, evitando síntomas indeseados como fatiga, irritabilidad e incluso depresión, entre otros.
VITAMINA B1, B2, B3, B6, B9 y B12, ¿PARA QUÉ SIRVEN?
“Intervienen en la producción de energía a partir de los alimentos. Son claves para la regulación del metabolismo, la síntesis de los glóbulos rojos, el crecimiento y el mantenimiento de tejidos y el sistema nervioso”, destaca el Lic. Marchetti.
También informa que dentro de las varias subcategorías: B1, B2, B3, B6, B9 y B12 “cada una tiene una función específica, pero todas están relacionadas con el buen funcionamiento del organismo”, señala.
Asimismo Rinat Ratner, magíster en Nutrición Clínica del INTA, Universidad de Chile enfatiza en una publicación académica que los síntomas de la falta de vitaminas del complejo B son:
-Cansancio y/o debilidad muscular, dificultad para caminar, pérdida de la sensibilidad
-Falta de apetito o vómitos
-Pérdida de memoria, deficiencias cognitivas o confusión mental
-Debilidad del sistema inmunológico
-Cambios en el estado de ánimo
-Lentitud de reflejos o disminución de la función del sistema nervioso
EN QUÉ ALIMENTOS ENCONTRAR LAS VITAMINAS DEL COMPLEJO B
La Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard manifiesta que se puede encontrar este grupo de vitaminas en los siguientes alimentos: lácteos, huevos, carnes rojas y blancas, mariscos, ostras y almejas; vegetales de color verde oscuro; cereales integrales y legumbres como porotos y garbanzos; frutas como cítricos, banana y sandía; y productos de soja.
DEFICIENCIA DE VITAMINA B12
“Los vegetarianos o veganos pueden tener dificultad para adquirir suficiente cantidad de vitamina B12 dado que se obtiene únicamente de productos de origen animal. Eso junto a las nuevas formas de criar a las vacas hacen que la B12 sea una de las vitaminas que más deficiencia presenta a nivel poblacional”, explica Martínez a la vez que añade que por esos motivos puede ser necesario tomar suplementos o alimentos fortificados con ella.
¿EN QUÉ MOMENTO DEL DÍA CONVIENE TOMAR LA VITAMINA B12?
Respecto de quienes tengan por indicación profesional consumir suplementos de esta vitamina, Martínez resalta que, preferiblemente, el consumo debe ser en ayunas para que el cuerpo lo pueda absorber rápidamente y sin inconvenientes.
Asimismo, señala que en caso de no poder hacerlo en ese momento del día es aconsejable tomar la suplementación en momentos del día que estén alejados de las comidas principales como desayuno, almuerzo o cena.
Fuente: LA NACIÓN