Ambas características son clave en tiempos de cambios y crisis, ya que nos permiten adaptarnos, encontrar nuevas soluciones y generar valor en situaciones de incertidumbre. Estas son algunas ideas para promoverlas.
Por Diego Pasjalidis.
La capacidad de creación que tenemos todos los humanos (creatividad) nos ayuda a generar ideas o soluciones para adaptarnos mejor a los cambios y a los desafíos que plantea el entorno actual, al estimular el pensamiento flexible, crítico y divergente. Y todas las acciones para permitir concretar esas ideas como un proceso, producto, servicio o modelo de negocio que mejoren la calidad de vida, el desempeño de una organización o de sociedad, enmarcan a la innovación.
Es relevante contar con líderes y culturas que incentiven la creatividad e innovación, especialmente en entornos cambiantes, desafiantes y con fuerte evolución tecnológica. Si bien existen una amplia variedad de herramientas y técnicas, he comprobado que a través de juegos, no solo se transmiten mejor los conocimientos, sino que la experiencia vivencial permite asimilarlos mejor gracias a los espacios lúdicos, las oportunidades de relacionamiento, integración y co-creación que fortalece la autoestima.
Para celebrar el Día Mundial de la Creatividad e Innovación, nada mejor que compartir algunas actividades lúdicas que, en lo personal, me han dado grandes satisfacciones y resultados ya que permiten pensar fuera de lo común y combinar elementos aparentemente inconexos, fomentan la divergencia y la convergencia de ideas, contribuyen a desarrollar la capacidad de comunicar y vender una idea de forma clara y atractiva, y promueven la colaboración y la competencia sana entre los participantes.
LAS CINCO PALABRAS PARA LAS IDEAS DE NEGOCIOS
El objetivo del juego consiste en crear una idea de negocio original y viable a partir de 5 palabras elegidas al azar, y puede jugarse desde individualmente hasta un equipo de entre 4 y 5 personas.
Lo primero que se requiere es un generador de palabras al azar (hay muchas webs creadas para este fin), lápiz y papel o una pizarra para anotar las ideas. El juego consta de tres fases: generación, selección y presentación. En la fase de generación, cada jugador o equipo debe partir de 5 palabras al azar usando el generador elegido. Las palabras pueden ser sustantivos, adjetivos o verbos, pero no deben estar relacionadas entre sí, por ejemplo, azul, perro, viaje, nube, pizza.
En la fase de selección cada jugador o equipo debe elegir una de las 5 palabras como el tema principal de su idea de negocio y usar las otras 4 como elementos secundarios. Por ejemplo: si se elige “viaje” como tema principal, se podría pensar en una idea de negocio relacionada con viajes y que incluya temas inspirados por las palabras azul, perro, nube y pizza. Una posible idea sería: una agencia de viajes online que ofrece paquetes personalizados según el color favorito del cliente (por el concepto azul), que incluye alojamiento en hoteles que admiten mascotas (perro), transporte en avión privado (nube) y comida típica del destino (pizza). Si tomaran como idea principal “pizza” esto generaría ideas diferentes, pudiendo ser: un emprendimiento de alimentos caseros para mascotas (perro) que haga delivery (viaje) y que arme 7 combos identificados con colores del arcoíris (azul) para cada día de la semana, y que invite a subir fotos a Instagram (aplicación en la nube) de las mascotas consumiendo el producto.
En la fase de presentación, cada jugador o equipo debe explicar su idea de negocio al resto en un máximo de 2 minutos, usando dibujos o esquemas para ilustrarla si lo desea. Se debe indicar el nombre del negocio, el público objetivo, el valor diferencial y la forma de monetización. Al finalizar las presentaciones, se puede votar por la idea más creativa, la más viable o la más divertida, según el criterio que se prefiera.
LAS TRES PREGUNTAS PARA RESOLVER DESAFÍOS
En este caso, el objetivo del juego es encontrar soluciones originales y efectivas a un problema o una oportunidad real del ámbito laboral, mediante el solo uso de 3 preguntas. También puede realizarse de forma individual o en equipos acotados a 4 o 5 personas.
Para comenzar, lo primero que se requiere es partir de un problema o una oportunidad real que se quiera resolver (o aprovechar) y, por supuesto, papel y lápiz o una pizarra para anotar las preguntas y respuestas.
El juego tiene tres fases: definición, formulación y evaluación. En la fase de definición, cada jugador o equipo debe elegir un problema o una oportunidad real que se quiera resolver o aprovechar, y describirlo brevemente en una frase. Por ejemplo: “Queremos aumentar las ventas del producto X en un 20% en el próximo trimestre”.
En la fase de formulación, cada jugador o equipo debe realizar 3 preguntas que le ayuden a encontrar soluciones al problema o la oportunidad elegido. Las preguntas deben ser abiertas, relevantes y desafiantes, es decir: que no se puedan responder con un sí o un no; que tengan que ver con el problema o la oportunidad; que estimulen el pensamiento creativo y crítico. Por ejemplo: “¿Qué necesidades o deseos tiene nuestro público objetivo que nuestro producto pueda satisfacer de manera directa o indirecta?”; “¿Qué opciones de canales o medios podemos usar para comunicar el valor de nuestro producto a nuestro público objetivo?”; “¿Qué acciones o incentivos podemos ofrecer a nuestro público para que compre nuestro producto?”.
En la fase de evaluación, cada jugador o equipo debe responder a sus 3 preguntas con la mayor cantidad y calidad de ideas posibles. Sugiero pedir, al menos, 10 o 15 ideas de diferente naturaleza, ya que las primeras que surgen normalmente tienden a ser las menos disruptivas. Las respuestas deben ser concretas y atractivas o novedosas, es decir, no solo que se puedan implementar en la realidad, sino que puedan llevarse a cabo con los recursos disponibles y que generen interés y beneficio para el público objetivo.
Por ejemplo: “Nuestro público objetivo necesita o desea ahorrar tiempo, dinero y espacio en su hogar; nuestro producto puede satisfacer estas necesidades o deseos porque es multifuncional, económico y compacto”; “Usar las redes sociales y los podcasts para comunicar el valor de nuestro producto a nuestro público objetivo; podemos crear contenidos educativos, entretenidos e inspiradores que muestren cómo nuestro producto puede mejorar su calidad de vida”; “Ofrecer a nuestros clientes target descuentos por compras recurrentes y garantía extendida para que compre nuestro producto; podemos crear una comunidad de clientes satisfechos que compartan sus experiencias y recomendaciones respecto a nuestro producto, o ideas para mejorarlo”.
Al finalizar las respuestas, se pueden comparar y contrastar las soluciones generadas por cada jugador o equipo, y ponderar las más originales y efectivas para resolver el problema o aprovechar la oportunidad.
ACTUAR COMO LÍDER CREATIVO
Este juego tiene por objetivo permitirle a un colaborador asumir el rol de un líder creativo que debe guiar a un equipo para resolver un problema o aprovechar una oportunidad de forma innovadora y efectiva. Se sugiere realizar equipos de 5 personas, adonde uno de ellos cumpla el rol de líder.
Para comenzar la actividad, se necesita un problema o una oportunidad real o ficticia que se quiera resolver o encarar, y también una pizarra (o papel y lápiz) para tomar nota las ideas y los planes de acción.
El juego tiene cuatro fases: definición, ideación, implementación y evaluación. En la primera, el líder debe seleccionar un problema o una oportunidad, y describirlo brevemente en una frase. Luego, debe compartirlo con el equipo y explicarles el objetivo y las expectativas del desafío. Por ejemplo: “Queremos crear una nueva línea de productos ecológicos para el mercado juvenil”. Ese será el objetivo y guía del trabajo.
En la fase de ideación, el líder debe facilitar el proceso creativo de su equipo, usando técnicas de creatividad como el brainstorming, el SCAMPER, mapa mental u otras que fomenten el “pensamiento lateral”. La responsabilidad del líder será la de estimular la participación de todos los miembros del equipo, fomentar la generación de muchas y diversas ideas, evitar las críticas y los juicios prematuros, y seleccionar las ideas más prometedoras. Algunas de las preguntas que podrá realizar podrían ser “¿Qué productos ecológicos podríamos crear para el mercado juvenil? ¿Qué podemos sustituir, combinar, adaptar, modificar, poner o eliminar de los productos que hoy existen para hacerlos más atractivos? ¿Qué asociaciones o analogías basadas en la naturaleza o en otros sectores podemos hacer para inspirarnos? ¿Qué ideas locas o absurdas se nos ocurren?”.
En la fase de implementación, el líder debe organizar el plan de acción para llevar a cabo las ideas seleccionadas, asignando roles y responsabilidades a cada uno de los miembros del equipo, estableciendo plazos y recursos necesarios, y anticipando posibles riesgos y soluciones. El líder debe motivar y apoyar a su equipo durante la ejecución del plan, resolviendo los problemas que surjan y adaptándose a los cambios. Por ejemplo: “Vamos a crear una línea de ropa ecológica hecha con materiales reciclados y tintas naturales. Silvia se encargará de diseñar los modelos, Hernán de conseguir los proveedores, José de hacer el marketing y Mariela de gestionar las ventas. Tenemos un mes para lanzar el producto al mercado. ¿Qué dificultades podemos encontrar y cómo las podemos superar?”.
En la fase de evaluación, el líder debe medir los resultados obtenidos con las ideas implementadas, comparándolos con los objetivos y las expectativas iniciales. El líder debe reconocer los logros y los aprendizajes de su equipo, así como identificar las áreas de mejora y las oportunidades de crecimiento. El líder debe solicitar y dar feedback constructivo a su equipo, valorando sus fortalezas y sus áreas de desarrollo. Por ejemplo: “Hemos logrado crear una línea de ropa ecológica que ha tenido una gran aceptación en el mercado juvenil. Hemos cumplido con nuestro objetivo de innovar y generar valor. ¿Qué hicimos bien y qué podríamos hacer mejor? ¿Qué aprendimos de este desafío? ¿Qué sugerencias tenemos para mejorar nuestro trabajo en equipo?”.
Este juego, adicionalmente, ayuda a que los colaboradores asuman el rol de un líder creativo que debe guiar a su equipo para resolver un desafío; fomenta el desarrollo de habilidades como la comunicación, la facilitación, la motivación, la organización, la adaptación y la evaluación; desarrolla la confianza y la colaboración entre los participantes; y promueve una actitud positiva hacia la creatividad y la innovación al reconocer los logros y los aprendizajes del equipo.
Albert Einstein remarcaba que “el juego es la forma más elevada de investigación”, destacando que el juego no solo es divertido, sino que también puede ser una herramienta valiosa para la exploración y el aprendizaje en el trabajo y los negocios.
*Diego Pasjalidis es ingeniero especialista en estrategias, innovación y transformación digital, autor del libro Inspiración Extrema. Director de Innovación & Negocios de Stefanini Argentina y conferencista. Miembro de la Comisión Directiva del Buenos Aires Tech Cluster.
Fuente: INFOBAE