El mal funcionamiento de estufas, hornos y calefones puede dañar la salud. Cómo prevenirlo y qué hacer ante la sospecha de estar intoxicado por este gas.
Por Valeria Chavez.
Con la llegada del frío vuelven las intoxicaciones por monóxido de carbono, un problema que afecta a unas 40.000 personas cada año en Argentina y causa alrededor de 200 muertes.
Ante las bajas temperaturas, muchas personas ponen en funcionamiento sus equipos de calefacción a gas y esto ocurre, a veces, sin la previa revisión necesaria por parte de un gasista matriculado, lo que lleva a desconocer el estado del artefacto.
Además, en muchos hogares -sobre todo en familias de escasos recursos- se utilizan el horno y hornallas para dar calor en jornadas de marcas térmicas muy bajas como las que se registran esta semana en gran parte del país.
“La intoxicación por monóxido de carbono puede afectar a más del doble de las personas que se diagnostican con la enfermedad. Es un problema grave que los especialistas advierten que se subestima y que, de hecho, se reporta menos de la mitad de los casos, ya que las manifestaciones no son específicas y se las suele confundir con otras enfermedades”, comenzó a explicar el jefe de Toxicología del Hospital de Clínicas de la UBA, Gabriel Arcidiacono (MN 117.135).
¿POR QUÉ SE LLAMA “EL ASESINO SILENCIOSO” AL MONÓXIDO DE CARBONO?
Consultado al respecto por Infobae, el médico especialista en Toxicología del Hospital Durand y director de Toxicología de la Fundación Iberoamericana de Salud Pública, Francisco Dadic (MN 125795), explicó que “el monóxido es un gas venenoso también conocido como ‘el asesino silencioso’ debido a que tiene la particularidad de no tener olor ni color; es difícil de identificar y por eso es importante siempre trabajar sobre la prevención”.
“Se lo denomina ‘el asesino silencioso’ porque se trata de un gas invisible, sin olor, que no irrita y se genera tras una combustión incompleta de gas de cocina, madera, carbón, nafta, gasoil y kerosene, entre otros”, coincidió con él Arcidiacono.
El especialista del Hospital de Clínicas remarcó que “antes de que llegue el invierno y bajen aún más las temperaturas, es crucial intensificar las medidas de prevención y buscar ayuda médica si se sospecha de una intoxicación”.
CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE UNA INTOXICACIÓN POR MONÓXIDO DE CARBONO
Todo indica que además de silencioso, el monóxido de carbono es traicionero. Es que, según explicó Dadic, su intoxicación “puede dar una multiplicidad de sintomatología fácilmente confundible con otros cuadros”.
“Desde síntomas leves como dolor de cabeza, astenia o cansancio, fatiga, embotamiento hasta síntomas más graves como puede ser llegar a ser convulsiones, coma o incluso la muerte; todo va a depender, por supuesto de factores como la concentración en el ambiente y el tiempo de exposición”, precisó el especialista.
Los síntomas más comunes de la intoxicación por monóxido de carbono, para Arcidiacono, incluyen “dolor de cabeza, náuseas, vómitos, debilidad, confusión, pérdida de conocimiento, convulsiones, marcha inestable, dolor en el pecho, dificultad para respirar y sensación de debilidad”. “Es crucial estar atento a estos signos, especialmente si se está en un ambiente cerrado con artefactos que generan este gas y más aún si son varias las personas con síntomas que se encuentran en el lugar”, sostuvo.
¿QUÉ HACER EN CASO DE INTOXICACIÓN POR MONÓXIDO DE CARBONO?
Según recomendó el especialista del Hospital de Clínicas, “ante la sospecha de intoxicación por monóxido de carbono, es vital que todos los habitantes del domicilio acudan de inmediato a un centro de salud cercano”.
“Muchas veces solo acuden los que tienen más síntomas y otros se quedan, inadvertidamente, con la fuente y con el riesgo de una intoxicación grave”, aseguró Arcidiacono, quien enfatizó que “el tratamiento temprano puede prevenir complicaciones graves a largo plazo. El oxígeno es fundamental en el tratamiento inicial, y en casos graves, se puede requerir terapia intensiva o el uso de una cámara hiperbárica”.
Y sumó: “Es importante informar a otras personas que hayan compartido el espacio y a vecinos del mismo piso y los superiores, en caso de tratarse de habitantes de un edificio, ya que el monóxido de carbono puede propagarse fácilmente porque tiende a elevarse al ser menos denso que el aire (o sea, más liviano). El seguimiento médico es crucial, incluso después del alta hospitalaria, para asegurar una recuperación completa y evitar recaídas”.
En ese sentido, Dadic enfatizó en la importancia de no subestimar los síntomas ni posponer la consulta médica. “Como los síntomas de una intoxicación por monóxido de carbono son muy parecidos a los síntomas de la gripe, sobre todo en concentraciones bajas, ante cualquier sintomatología conviene consultar siempre -sostuvo-. Si la persona también tiene algo que se llama narcolepsia, o sea que esté mucho tiempo durante el día con sueño, que se duerma durante el día es otro factor a considerar para realizar una consulta”.
Y tras insistir en que “tanto en síntomas leves como graves hay muchos otros diagnósticos diferenciales en la intoxicación por monóxido”, el experto del Hospital Durand remarcó que “es muy importante estar atentos, tomar todos los recaudos a nivel de la prevención, estar atentos también a la sintomatología y sospecharlo siempre como una posibilidad. Y si incluso el equipo médico que realiza la atención, que a veces por la celeridad no hace una adecuada anamnesis, hacerle saber si en la casa hay estufas a gas o calefones para que lo consideren a la hora del diagnóstico”.
CONSEJOS PARA EVITAR UNA INTOXICACIÓN POR MONÓXIDO DE CARBONO
1- HACER UN BUEN MANTENIMIENTO DE LOS ARTEFACTOS A GAS
“Un gasista matriculado siempre debe evaluar todos los elementos de calefacción, sobre todo antes de la época estival”, recomendó Dadic y enfatizó que es relevante revisar cómo están los tirajes, que tienen que ser correctos y tienen que ser al exterior.
“Es importante revisar cómo están los tirajes, que tienen que ser correctos y tienen que ser al exterior”, enfatizó.
Asimismo, “siempre se debe contratar a un profesional para la instalación de nuevos equipos”, sumó Arcidiacono.
2- VENTILACIÓN ADECUADA
“Es fundamental permitir la circulación de aire en los espacios donde se utilizan artefactos que puedan generar monóxido de carbono -señaló el experto del Hospital de Clínicas-. Si no hay rejillas de ventilación, se deben dejar las ventanas abiertas al menos unos centímetros para evitar la acumulación de gases tóxicos”.
3- USO RESPONSABLE DE LAS HORNALLAS
Dadic aconsejó que “nunca se debe calefaccionar con elementos que no son los adecuados, como hornallas o el horno”. “Si se utilizan, es importante verificar el color de la llama; debe ser azul para indicar una combustión segura”, advirtió Arcidiacono.
4- CUIDADO CON LAS SALAMANDRAS
Los expertos coincidieron en que este tipo de artefactos deben usarse con precaución, y siempre con la ventilación adecuada.
5- USAR DETECTOR DE MONÓXIDO DE CARBONO
“Estos dispositivos de fácil instalación deben de ser colocados preferentemente cercanos a la fuente y permiten determinar si hay niveles elevados de monóxido en el ambiente”, sostuvo Dadic.
6- RETIRAR LOS BRASEROS A LA HORA DE DORMIR
“Se deben emplear en ambientes que permitan circulación de aire, dejando abiertas las ventanas por lo menos cinco centímetros, para evitar la acumulación de monóxido de carbono en el aire interior -recomendó Arcidiacono-. Calentar la habitación y luego retirar el brasero antes de ir a dormir, no dormir con el brasero encendido”.
7- CALEFONES, ESTUFAS Y CALDERAS FUERA DEL BAÑO
Del mismo modo, el especialista del Clínicas aseguró que “los calefones son la fuente de la mayoría de intoxicaciones”, y aconsejó: “No pueden estar en el baño. Las calderas también pueden ser fuente de intoxicación si no tienen un buen sistema de liberación de gases”.
8- ATENCIÓN CON LOS ESCAPES DE VEHÍCULOS
Según Arcidiacono, “es recomendable no dejarlos encendidos en espacios cerrados”.
9- ENCENDER GENERADORES FUERA DEL HOGAR
Pese a que muchas personas no quieren colocar los generadores eléctricos afuera de las casas por miedo a que se los roben, “siempre deben encenderse fuera del hogar”, sostuvo el especialista del Clínicas. “Incluso tampoco se recomienda ponerlos en los subsuelos, ya que el gas puede distribuirse, por ser menos denso que el aire, y llegar a otras habitaciones e intoxicar a sus habitantes”, destacó.
Fuente: INFOBAE